Todo el mundo tiene un ejemplo a seguir.

Esa persona a la que conoces profundamente y marca el resto de tu vida. O esa persona que descubres y en un segundo sabes que te inspirará en toda tu existencia.

Alguien que deja su huella en tu forma de entender el mundo, de afrontar los problemas y deslumbrar en medio de la tormenta. Esas personas que siempre saben poner un toque dulce a las cosas, incluso a los platos más amargos.

Esa persona es nuestra abuela, Martina.

Por eso, Martina Bistró es el homenaje a su forma de entender la vida y la gastronomía.

Ella (viajera incondicional y soñadora profesional) está presente en cada plato.

Ella (inspiración, paladar exquisito, sacrificio y amor por sus seres queridos) os atiende a través de nosotros con mucho mimo.

Martina (sabia, alegre y pasional) está en cada rincón de nuestra cocina.

¡Ella (sin mirar hacia atrás y sin quedarse con las ganas) siempre hará que repitas!

Por cuestiones de la vida, hubo una época en la que Martina recurría a la Estación de Autobuses de Plasencia. Desde allí viajaba y, aunque siempre hacía el mismo trayecto, para ella cada día era una aventura distinta cuyas paradas iban acompañadas de buenas costumbres. ¡Un viaje depende siempre de las ganas que tengas de sorprenderte!

Años después, y con Martina siempre en nuestra memoria, lo que empezó siendo Parada de la Reina evolucionó y mejoró hacia Martina Bistró. Algunos creyeron que teníamos dos nombres, incluso que cambiamos «de dueño». Sin embargo, lo mejor de todo es que es realmente ahora cuando nos sentimos nosotros mismos, haciendo honor a su persona, no podíamos quedarnos con las ganas de hacerla tan partícipe de nuestra marca.

Estrenamos esta web con muchas ganas de mostraros a todos quiénes somos y de enseñaros por qué todo lo hacemos…